domingo, 27 de septiembre de 2009

El secreto de sus ojos: Thriller romántico argentino

El sábado 26 de septiembre vi en el cine El secreto de sus ojos, de Juan José Campanella. Es una película argentina que combina el thriller con el drama romántico clásico y también tiene partes de humor, supongo que para aliviar un poco la tensión, ya que el punto de partida es un crimen que origina el tono dramático de la historia. El protagonista, Benjamín Espósito, interpretado por Ricardo Darín, es un secretario de un juzgado que se acaba de jubilar y quiere escribir una novela contando un hecho que le marcó 30 años atrás: la investigación de la violación y asesinato de una joven. Fue un crimen que él mismo intentó resolver, saltándose todos los protocolos y ayudado por su compañero Sandoval, el personaje cómico de la película, que está medio alcoholizado, y por su propia jefa, Irene, de la que está enamorado, pero no se atreve a decirle nada. La acción comienza en el presente, cuando Benjamín va a visitar a Irene, a la que hace 25 años que no ve, para contarle que está escribiendo la novela, y toda la película transcurre en continuos saltos entre el presente y los recuerdos de Benjamín. Éste, impresionado por el brutal asesinato, y ante la ira de sus superiores, que habían archivado el caso, decidió buscar al culpable por su cuenta, para intentar también ayudar al marido de la chica asesinada, que el pobre estaba desesperado ante la indiferencia de la justicia. Cuando los protas encuentran por fin al presunto asesino, entra en juego la corrupción del gobierno, y ya no cuento más.

La película tiene un tono melancólico, sombrío, con algunas escenas duras, con partes cómicas, como he dicho antes, pero que no desentonan, al contrario, se agradecen. Toda la historia está también condicionada por la parte romántica, por un lado, el amor triste e interrumpido del marido de la joven asesinada, y por otro, el amor no confesado entre Benjamín e Irene; este romance es sutil y se manifiesta sobre todo por la intensidad de las miradas entre los dos. Las miradas son muy importantes en la película, de ahí su título. Los actores están extraordinarios; Ricardo Darín, que siempre ha sido un gran actor, aquí se come la pantalla con la mirada. Soledad Villamil, que interpreta a Irene, también está soberbia. La mayoría de las críticas que he visto califican esta peli de obra maestra; a mí no me parece tanto, pero sí una película muy bonita que rezuma poesía, y desde luego la recomiendo.

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