lunes, 25 de enero de 2010

La herencia Valdemar: Terror gótico hispano

El sábado 23 de enero vi en el cine La herencia Valdemar, de José Luis Alemán, que al parecer está inspirada en la literatura de Lovecraft, en sus temas y su estilo, no sé si también en argumentos y personajes, porque no he leído nada de él, qué inculta soy. Esta película es la primera de dos partes, así que cuando termina, te quedas a medias y con ganas de ver la segunda, que no sé cuándo se estrenará, espero que no tarde mucho. Bueno, yo me quedé con ganas de ver la segunda, pero creo que mucha gente no, a juzgar por las malas críticas que he visto, con las que no coincido, pero que puedo llegar a entender (soy anticrítica, pero no intolerante). Entiendo que haya gente que no le haya gustado la peli, pero a mí me ha encantado. Tiene dos historias, una en el presente y otra en el pasado, unidas por la mansión Valdemar, un misterioso caserón del siglo XIX. La del presente es de misterio y terror y queda inacabada, habrá que esperar a la segunda peli para ver qué pasa. La del pasado es una narración dentro de la historia del presente, y es un drama romántico-clásico y terrorífico-gótico. La acción comienza cuando Luisa (Silvia Abascal), una joven experta super-profesional en tasación de inmuebles antiguos, es enviada a valorar la mansión Valdemar, abandonada pero intacta. Anteriormente había ido otro tasador que ha desaparecido misteriosamente. Luisa también desaparece, y entonces su empresa contrata a un detective super-secreto (Óscar Jaenada) para que la encuentre. En el camino en tren hacia allí, tiene que reunirse con la doctora Cerviá, presidenta de la fundación Valdemar (la típica guapísima-pedante-antipática), que le explica la historia de Lázaro y Leonor Valdemar, la cual dio origen a la leyenda de la casa a finales del siglo XIX. El film es muy interesante (en mi opinión, claro). Es una mezcla de thriller, drama de época y terror de monstruos con momentos gore. Tiene mucho de novelón clásico y la parte propiamente de terror es corta, pero todo el desarrollo de la cinta es inquietante; hay espiritismo, personajes siniestros, y efectos especiales y ambientación fantásticos. Los actores son bastante conocidos: está la maravillosa Laia Marull (la sufrida prota de Te doy mis ojos), Daniele Liotti (Felipe el Hermoso en la peli de Juana la Loca de Vicente Aranda), también está Eusebio Poncela, y un tal Francisco Maestre, que por el nombre nadie lo conoce (yo tampoco), pero que al verlo te das cuenta de que es el calvo villano secundario de muchas películas españolas; aquí está espléndido y siniestro, aunque algo sobreactuado, pero el papel lo pide. Ah, y es un lujo ver a Paul Naschy en su último papel, antes de que nos dejara. Silvia Abascal no me gusta mucho, pero bueno, no importa. A mí la peli me recordaba a las de miedo españolas de serie b de los años 70, y también a las de Fantastic Factory, supongo que por eso hay tanta gente que no le ha gustado, pero dentro de 20 años seguro que dicen que es una película de culto. Yo estoy deseando ver La herencia Valdemar II.

martes, 19 de enero de 2010

Número 9: Animación apocalíptica

El domingo 17 de enero vi en el cine Número 9 (Number 9), de Shane Acker. Es una película de animación desarrollada a partir de un corto que el propio director hizo en 2006 y que tuvo mucho éxito (fue nominado al oscar y todo). El mayor reclamo publicitario para ver este film es que está producido por Tim Burton y Timur Bekmambetov, director de la saga de vampiros rusos Los guardianes de la noche, del día y del crepúsculo. Se trata de una fábula apocalíptica en la que los protagonistas son muñecos de trapo numerados del 1 al 9. El mundo se ha destruido una vez más, esta vez por una rebelión de las máquinas, como en Terminator. En una época que no parece el futuro, sino un pasado paralelo, allá por los años 30, los científicos han inventado máquinas sofisticadas e inteligentes que en teoría tenían que servir para el progreso, pero fueron utilizadas para la guerra, y las máquinas, de tan inteligentes que eran, se rebelaron en su propia guerra contra los humanos. La Tierra se ha convertido en un planeta desolado, igualito que en Terminator, pero aquí todos los humanos han sido aniquilados, y sólo quedan las máquinas, que van por ahí destruyéndolo todo, y tienen formas muy variadas: insectos gigantes horribles, ojos aniquiladores, aliens mecanizados… En este caos se despiertan nuestros protagonistas, los muñecos de trapo, que fueron creados por un científico que les infundió vida antes de morir él mismo. El más protagonista en la peli es el nº 9, y cada uno tiene su personalidad. Su forma es muy graciosa, son como calcetines con gafas de cristales gordos. Viven en una catedral vacía y son los únicos que pueden destruir a las máquinas malignas y la única esperanza para el planeta. Es un film muy original en su forma, con una estética fascinante: fotografía oscura, escenarios decadentes y ruinosos, escenas de acción, influencias místicas, banda sonora apocalíptica… A mí me gustó mucho (todas las películas que veo últimamente me gustan, vaya anticrítica que soy), me pareció muy interesante, aunque no tenga mucho diálogo y un argumento muy visto, pero me da igual, y me metí de lleno en las aventuras de los calcetines miopes intentando salvar el mundo.

domingo, 17 de enero de 2010

Avatar: Mundo fantástico

El martes 5 de enero vi en el cine Avatar, de James Cameron, en 3D. Decidimos ir ese día porque pensamos que con la cabalgata de Reyes, a lo mejor habría menos gente, pero aún así tuvimos que sacar las entradas el día antes y el cine estaba lleno, todavía hay gente que no tiene hijos o nietos a los que llevar a pelearse por coger caramelos. Para verla en 3D tuvimos que ir a El Puerto de Santa María, porque mi ciudad, Cádiz, no es como Madrid ni Barcelona y aquí estas modernidades no llegan todavía. Pero yo creo que esto cambiará pronto, porque después de ver la peli, llegué a la conclusión de que es el futuro; de aquí a unos años, no sé cuántos, todas las películas se harán así, y el cine en 2 dimensiones (¿se dice así?, bueno, quiero decir el de ahora), será como mirar cuadros en un museo, con valor artístico, histórico y nostálgico, pero antiguo. La película ha sido el boom de finales de 2009 y principios de 2010. No es la primera que se ha hecho en 3D, por supuesto, pero sí es la primera que la gente ha acudido en masa a ver en 3D, incluida yo. La verdad es que es una pasada, te pones las gafas y entras en un mundo asombroso, parece que estás rodeado, en este caso de alienígenas y seres extraños. La peli pertenece totalmente al género de ciencia ficción y fantasía. La acción se sitúa en el año 2154. La Tierra, como era de esperar, tiene una crisis energética y la solución parece estar en un mineral que se encuentra en el planeta Pandora. Los gobiernos y las corporaciones llevan tiempo allí con destacamentos militares extrayendo el mineral, pero el planeta está lleno de animales peligrosos, y además la atmósfera es mortal, con lo cual los terrestres sólo pueden salir de sus recintos con mascarillas. Los científicos han creado el programa Avatar, que es una realidad virtual con la cual cada persona controla con la mente a un ser que está hecho a imagen y semejanza de los Na’vi, los habitantes de Pandora. Tienen aspecto de una especie de duendes azulados, de tamaño más grande que los humanos. Hasta allí viaja Jake Sully, el protagonista de la peli, un ex-marine que a causa de las guerras ha quedado en una silla de ruedas, y que ha sido reclutado para manejar el avatar que estaba destinado a su hermano gemelo, un científico que ha muerto. En su forma avatar, Jake puede andar. Su misión es infiltrarse entre los Na’vi para conseguir información que ayude a los de la Tierra a extraer el mineral, lo cual no es fácil porque los habitantes de Pandora no están dispuestos a que les saqueen su planeta, normal. Total, que Jake, cumpliendo su misión, se integra en una de las tribus Na’vi y empieza a vivir con ellos, lo cual le cuesta trabajo porque los nativos saben en todo momento que Jake no es uno de ellos y que viene de otro sitio. Y conoce a Neytiri, una Na’vi de la que se enamorará, claro. El argumento del film es muy ecologista, muy de denuncia contra la sociedad actual y futura, y muy típico, pero ya se sabe que el argumento no es lo más destacado aquí. Los efectos visuales y la estética son fascinantes, lo son aunque la película se vea en la versión de 2D, pero en 3D impresionan más todavía. El mundo de Pandora es una especie de selva tropical con unos colores y unos fondos que reflejan a la perfección tanto el peligro como la belleza que encierran. Toda la parte de animación por ordenador, que es la de los avatares y los Na’vi, está fantásticamente bien hecha. En cuanto a la parte de las personas, los actores también están bastante bien. Jake Sully es Sam Worthington, un actor que tiene mucho carisma. También están Sigourney Weaver, que se luce algo, Michelle Rodríguez, Giovanni Ribisi, y a los demás no los conozco muy bien. Neytiri es interpretada por Zoe Saldana, una actriz negra muy guapa, supongo que habrán tomado sus movimientos, porque Neytiri es un personaje hecho por ordenador. En fin, que merece la pena ver la película en 3D. Es una inmersión en un mundo fantástico.

miércoles, 13 de enero de 2010

La semilla del diablo: Terror psicológico

El lunes 4 de enero vi en dvd La semilla del diablo (Rosemary's baby), una de las mejores películas de Roman Polanski (para mí es la mejor de las que he visto de él), y una de las obras más inquietantes y perturbadoras de terror diabólico y psicológico. Se trata de una película de 1968, cuya protagonista y heroína es Mia Farrow. Su personaje, la Rosemary del título, es una joven casada con Guy Woodhouse, un actor sin mucho éxito (interpretado por John Cassavetes, al que yo conocía más como director de cine independiente). El matrimonio se muda a un apartamento en Nueva York, en el llamado edificio Bramford, que tiene una especie de leyenda negra porque en él han vivido psicópatas y gente rara (en realidad era el edificio Dakota, a cuyas puertas sería asesinado John Lennon años después, en 1980). Allí hacen amistad con sus vecinos, un matrimonio de ancianos encantadores, excéntricos y charlatanes. La fortuna parece sonreírles cuando Rosemary queda embarazada y Guy, de la noche a la mañana, empieza a tener éxito en su carrera, pero... ¿son las cosas lo que parecen? Como ya he dicho, es una peli muy inquietante; el terror no es explícito, sino que se basa en la sutileza, en un ambiente que se va enrareciendo hasta convertirse en una atmósfera malsana y paranoica. Hay un par de escenas bastante surrealistas y acojonantes, muy al estilo Polanski. Mia Farrow, a la que le van los papeles de heroína dulce y desdichada, está espléndida con sus ojeras y su cara demacrada y pálida. Es una película que se te queda dentro y no se olvida fácilmente. Todo el mundo recuerda la imagen de Mia Farrow avanzando por el pasillo, con el pelo super corto y un cuchillo super grande, y sobre todo la siniestra nana que suena al principio y al final de la peli. Es una obra con una estética muy propia de su época, muy sesentera y setentera, pero sigue resultando moderna hoy en día.

lunes, 4 de enero de 2010

Fama: Remake descafeinado

El 30 de diciembre vi en el cine Fama (Fame), de Kevin Tancharoen, remake de la película de 1980 de Alan Parker, a partir de la cual se hizo también la famosa serie que todos recordamos (“tenéis muchos sueños, buscáis la fama”, decía la profesora Lydia). A mí la serie me encantaba, como a todos los adolescentes de la época; yo tenía 13 ó 14 años, así que era lo normal. Lo malo es que he vuelto a ver la primera temporada y me ha vuelto a enganchar, es que una nunca crece… La Fama de 2009 se inspira más, en los hechos y las situaciones que cuenta, en la película de Alan Parker, pero el estilo es mucho más parecido al de la serie. Tanto las películas como la serie cuentan las vivencias de un grupo de jóvenes que estudian en la Escuela Superior de Artes Escénicas de Nueva York, para poder triunfar en el mundo del espectáculo. Esta escuela existe de verdad, y por lo que cuenta el argumento, debe ser una especie de instituto donde se imparten las asignaturas académicas normales (matemáticas, lengua…), y además, música, baile, teatro… tanto clásico como moderno, ¿eh?, que son muy completitos. Total, que estos chicos deben ser unos superdotados para poder estudiar todo eso, y encima hacen de todo: cantan, bailan, actúan… aunque algunas cosas mejor que otras, la verdad. Además, es una escuela pública, así que nos encontramos estudiantes de todas las clases sociales, desde pijos ricos hasta chicos de la calle, y de todas las razas: blancos, hispanos, negros… Los personajes de la primera peli y de la serie, que se hizo pocos años después, son los mismos o muy parecidos, incluso algunos actores repetían, pero los personajes de la Fama actual son completamente distintos. La Fama original, la de Alan Parker, era una película bastante dura, en la que tenía mucha importancia la narración de los problemas personales de los protagonistas, con lo cual era más un drama psicológico social juvenil que un film juvenil musical. La he visto dos veces y me gusta bastante, pero pienso que se recrea demasiado en el morbo, llega a ser hasta truculenta. La serie es mucho más edulcorada, esa sí que era musical para adolescentes de la época. Y la Fama de 2009 es incluso más light, por eso opino que el estilo es muy parecido al de la serie, descafeinado y políticamente correcto, y en el extremo opuesto a la transgresora peli de 1980. El remake actual tiene algunos guiños y homenajes a la peli original, a lo mejor lo han hecho para darle un toque cinéfilo, pero por lo demás, las dos están a años luz. Eso no me parece bueno ni malo; en esta peli se da más importancia a la parte musical (el director, por lo visto, es coreógrafo, y se nota, algunos números son espectaculares), y la vida personal de los protagonistas se trata más de pasada. Los personajes no tienen ni mucho menos el carisma que tenían los de la película original y los de la serie; hay una parejita de guapitos insulsos, un rebelde que se supone que tiene mucha rabia interior, los típicos graciosillos, una chica negra que canta estupendamente, una rubia pija que baila de maravilla… Pero vamos, la verdad es que me daba un poco igual lo que les pasara a todos, no llegué a empatizar con ellos. En resumen, una Fama muy Disney Channel, con personajes bastante planos, pero con música y bailes fantásticos, que es lo que hace que merezca la pena verla. ¡Ay!, a mí lo que me gustaba era la serie, con Bruno, Coco, Danny, Leroy, que estaba buenísimo… Qué tiempos aquéllos…

domingo, 3 de enero de 2010

Solomon Kane: Religión, espada y brujería

El sábado 2 de enero vi mi primera película de 2010: Solomon Kane, de Michael J. Bassett. Se trata de una adaptación de un comic de Robert E. Howard, el creador de Conan. Tanto las aventuras de Conan como las de Solomon se enmarcan dentro del género de espada y brujería, aunque en épocas distintas. Conan pertenece al tiempo de los bárbaros, con las luchas a espada, los dioses antiguos, la magia y la hechicería, mientras que Solomon Kane está en el siglo XVI; aquí también hay luchas con espada, guerreros muy bestias, brujas y seres sobrenaturales, y todo matizado por la religiosidad. Este aspecto religioso refleja bien el período histórico y explica el carácter del protagonista, el típico héroe rebelde atormentado por sus crímenes del pasado. Estos crímenes, al parecer, han condenado su alma al infierno, porque en esta época todo se explica de un modo espiritual; el prota comienza un viaje para intentar redimirse y abandonar la violencia, lo de siempre, pero no lo consigue, claro, porque en su camino se encuentra a una familia, los buenos de la peli, de los que se hace amigo y a los que tiene que ayudar, y para eso tiene que luchar contra los malos malísimos, dirigidos por un monstruoso guerrero enmascarado. La película, por supuesto, no es histórica, sino de acción y fantasía, así que uno ve lo que se espera: brujas, demonios, el hechicero super malo, la doncella en apuros… Las luchas no son demasiado largas ni cruentas (nada de gore, lo cual yo agradezco, la verdad), y los efectos especiales están muy bien, como en cualquier producción hollywoodiense actual, pero tampoco creo que dominen la historia. Los actores son más o menos conocidos: el prota es James Purefoy, que yo no lo conozco mucho, pero por lo visto salía en la serie Roma; la doncella en apuros es la jovencita Rachel Hurd-Wood, protagonista de Maleficio, una peli de espíritus decimonónicos de 2006; también aparecen viejas glorias como Pete Postlewaithe, Alice Krige y Max Von Sydow, que da alegría ver que sigue en plena forma, porque ya en El exorcista era viejo, y de eso hace más de 30 años… A mí la peli me gustó, me resultó muy entretenida, visualmente bonita, y la acción no es apabullante. James Purefoy enseña sus músculos, sus tatuajes, y está muy bueno, aunque las melenas greñosas le tapan la cara, pero da igual (sí, recuerda mucho a Van Helsing). Es una cinta comercial para no pensar en absoluto, pero me llamaron la atención los aspectos descriptivos de la época: el tema de la religión y el puritanismo como cualidades positivas en los personajes, la brujería que hay que perseguir… Supongo que esto también aparecerá en el comic, es como si el autor se hubiera querido meter en la mentalidad de esa época, aunque a veces parecía más la Edad Media que el siglo XVI, con epidemias de peste y todo.


No me puedo resistir a hacer un poco de spoiler, lo siento: sale un demonio gigante tipo transformer muy divertido, eso sí que no pegaba mucho.