miércoles, 13 de enero de 2010

La semilla del diablo: Terror psicológico

El lunes 4 de enero vi en dvd La semilla del diablo (Rosemary's baby), una de las mejores películas de Roman Polanski (para mí es la mejor de las que he visto de él), y una de las obras más inquietantes y perturbadoras de terror diabólico y psicológico. Se trata de una película de 1968, cuya protagonista y heroína es Mia Farrow. Su personaje, la Rosemary del título, es una joven casada con Guy Woodhouse, un actor sin mucho éxito (interpretado por John Cassavetes, al que yo conocía más como director de cine independiente). El matrimonio se muda a un apartamento en Nueva York, en el llamado edificio Bramford, que tiene una especie de leyenda negra porque en él han vivido psicópatas y gente rara (en realidad era el edificio Dakota, a cuyas puertas sería asesinado John Lennon años después, en 1980). Allí hacen amistad con sus vecinos, un matrimonio de ancianos encantadores, excéntricos y charlatanes. La fortuna parece sonreírles cuando Rosemary queda embarazada y Guy, de la noche a la mañana, empieza a tener éxito en su carrera, pero... ¿son las cosas lo que parecen? Como ya he dicho, es una peli muy inquietante; el terror no es explícito, sino que se basa en la sutileza, en un ambiente que se va enrareciendo hasta convertirse en una atmósfera malsana y paranoica. Hay un par de escenas bastante surrealistas y acojonantes, muy al estilo Polanski. Mia Farrow, a la que le van los papeles de heroína dulce y desdichada, está espléndida con sus ojeras y su cara demacrada y pálida. Es una película que se te queda dentro y no se olvida fácilmente. Todo el mundo recuerda la imagen de Mia Farrow avanzando por el pasillo, con el pelo super corto y un cuchillo super grande, y sobre todo la siniestra nana que suena al principio y al final de la peli. Es una obra con una estética muy propia de su época, muy sesentera y setentera, pero sigue resultando moderna hoy en día.

4 comentarios:

  1. Ésta sí la he visto! Y estoy de acuerdo con tu anticrítica! La nana me la sé de memoria, me marcó mucho!

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  2. La nana, por lo visto, la cantaba la propia Mia Farrow, que además lo pasó fatal haciendo la película porque se estaba divorciando de Frank Sinatra (cotilleos del rodaje).

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  3. Creo que la nana da un ambiente a la película de terror que tan solo escucharla, sabemos que algo malo pasa, y es que un amigo mío la cantaba cuando quería dar sensación de miedo.

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