Llevaba una temporada viendo películas de terror, sangre y cuchillos, y tampoco me gustaron mucho. Luego tengo pesadillas, aunque mi parte morbosa quiere seguir viéndolas, pero decidí cambiar un poco el registro y ver pelis más amables. Estas son 2 de ellas.
Burbuja (Bubble), de Tetsuro Araki. La vi en Netflix.
Cinta de animación japonesa, una joyita escondida del anime. Un día ocurrió un apocalipsis cuando empezaron a caer burbujas sobre el mundo, pero tantas que destrozaron los edificios y destruyeron la vida tal como la conocemos. La acción tiene lugar en un Tokio derruido y aislado, donde viven grupos de jóvenes que han perdido a sus familias y se dedican a practicar parkour en los edificios que todavía quedan en pie y a hacer batallas entre equipos. Hibiki, el muchacho más arriesgado e imprudente, cae un día al vacío de las burbujas en el cielo, y una extraña chica con poderes especiales, que la verdad es que no sabemos de dónde ha salido, le salva la vida. La chica se enamora de él y él le pone el nombre de Uta. Dicen que la historia de amor entre estos 2 adolescentes está inspirada en La sirenita. Cinta muy bonita visualmente y, bueno, con todas las características de los animes. Muy recomendable, aunque sólo sea por ver la belleza de las imágenes y colores.
Thunderbolts, de Jake Schraier. La vi en el cine.