La vi en Netflix. Estamos ante una serie de tv futurista, postapocalíptica, distópica, social... y española.
Lo de que sea española puede echar a muchos para atrás, y efectivamente esto no es El cuento de la criada. Yo diría que es más ambiciosa, pero tiene los medios que tiene.
Estamos en el año 2045. Una vez más, nos hemos cargado el planeta y ha habido una gran crisis que ha llevado a la III Guerra Mundial y a la II Guerra Civil Española. En España ha ganado la ultraderecha otra vez y hay un régimen dictatorial y comecocos, que quiere convencer a la gente de que todo va muy bien, pero sólo va bien para las clases privilegiadas. En Madrid, la ciudad está dividida por una valla que separa a los pobres de los ricos. Para cruzar la valla hacen falta muchos requisitos y documentos y los guardias que custodian el lugar no son muy simpáticos que digamos. Una familia llega a Madrid con su hija de unos 11 años, pero el Gobierno se la quita con la excusa de que el padre no tiene trabajo, y la llevan a un gran centro médico con otros niños de su edad. Ahora la pareja tiene que hacer todo lo posible para recuperar a la niña.
Los personajes son variados y todo es muy maniqueísta, los buenos muy buenos y los malos muy malos. Está la susodicha pareja, interpretada por Unax Ugalde y Olivia Molina. Está la madre de Olivia, Ángela Molina, interpretando a una abuela que fue luchadora hace años. Hay un ministro del Gobierno, que a pesar de eso es bondadoso. La señora de la casa, que es viróloga (se me ha olvidado decir que hay un virus super mortal suelto por ahí, peor que el covid, si no no tiene gracia). Alma, la viróloga, está intentando crear una vacuna para el virus, pero como es mala malísima, usa unos métodos poco ortodoxos. Los hijos de este matrimonio terminan siendo unos rebeldes que intentan ayudar a la población del otro lado de la valla. Pero el peor, super malísimo, es un comandante. Corrijo, el peor, que ya es un demonio, es el Presidente del Gobierno. Un Gobierno, por supuesto, fascista y de estética hitleriana.
Esta es una distopía de andar por casa y de cartón piedra, no nos engañemos, pero mira, es muy entretenida y a mí me ha gustado. Aunque no habrá mucha gente que coincida conmigo.