lunes, 7 de junio de 2010

Carrie: Pobre chica con poderes

Entre las pelis de terror de la colección de El país, algunas son extraordinarias, como Carrie, film dirigido en 1976 por Brian De Palma, y adaptación de una novela de Stephen King. Este maestro de la literatura de terror ha visto adaptados muchos de sus relatos a la gran y pequeña pantalla, con desiguales resultados. Brian De Palma también es un director muy irregular, capaz de crear obras buenísimas como Los intocables de Eliot Ness, bodrios como Femme fatal, productos interesantes como Misión a Marte o La dalia negra, y películas incomprendidas como En nombre de Caín. Pero Carrie es una obra maestra (en mi opinión, claro). La protagonista, Carrie White, es una adolescente muy tímida y marginada, que sufre bullying o acoso en el instituto por parte de todas sus compañeras, y la culpa de que la pobre sea así es de su madre, una fanática religiosa completamente ida de la olla. Carrie tiene habilidades de telequinesia, es decir, que puede mover objetos con la mente, aunque nadie lo sabe. Tras una serie de acontecimientos, la chica más mala malísima de la clase, Chris Hargensen, es castigada a no asistir a la fiesta de graduación, y como los acontecimientos estaban relacionados con Carrie, decide vengarse gastándole una macabra broma en la misma fiesta… Esta peli contiene una mezcla de géneros. El tramo final, rodado de forma magistral, es puro terror sangriento, pero también hay partes de drama, de cine teen, con el baile del instituto y el mundo adolescente, y un componente muy importante de terror psicológico. El terror psicológico lo trae Margaret White, la madre de Carrie, que sólo con su presencia da miedo, y más cuando habla, con sus citas bíblicas apocalípticas. Una de las madres más pavorosas que se han visto en la pantalla, una auténtica bruja fanática y oscura, interpretada magistralmente por Piper Laurie. Carrie es Sissy Spacek, portentosa actriz de los 70, que con su apariencia frágil y delicada transmite asombrosamente el dolor e ira del personaje. Porque Carrie es como un gorrioncillo, una chica desgraciada y dulce, necesitada de afecto y de integrarse en la sociedad, pero también capaz de manifestar la mayor de las furias vengadoras. La mayor parte de la peli me dio una sensación de gran tristeza. Pero la parte de la fiesta de graduación es la de terror propiamente dicha, y sólo por ella la cinta merece ser incluida entre las obras maestras del miedo. Es una larga escena rodada con técnicas propias de los 70, como la pantalla dividida, y con recursos muy característicos de Brian De Palma, como la acción a cámara lenta mientras suceden varias cosas al mismo tiempo. Una escena prodigiosa, porque los acontecimientos que suceden al mismo tiempo son de naturaleza muy distinta, y van acompañados de una música que refleja perfectamente esos cambios, creando un suspense tremendo, un viaje directo del cuento de hadas al infierno. Además de Carrie y su madre, hay otros personajes, interpretados algunos de ellos por jóvenes promesas de la época: Chris Hargensen, la mala malísima, es Nancy Allen, actriz habitual en los films de los 70 de Brian De Palma, y está perfecta interpretando a una memorable villana, caprichosa, vengativa y viciosa, una auténtica zorra. También sale John Travolta, antes de hacerse superfamoso con Fiebre del Sábado noche, en el papel de Billy Nolan, el novio de Chris, otro de los malos, chulo, macarra y de pocas luces. La chica buena y auténtica heroína de la peli es Sue Snell, interpretada por Amy Irving; y su novio, el bueno y guapo Tommy Ross, es William Katt, que después alcanzaría la fama con la serie El gran héroe americano. Otro personaje importante, el de la señorita Collins, la profesora de gimnasia, una especie de ángel protector o de hada madrina para Carrie, fue interpretado por Betty Buckley (Abby en la serie Con ocho basta). Carrie es una película muy setentera, pero no se ve envejecida hoy en día, y sigue siendo tan impresionante, conmovedora y brutal como entonces. Un macabro cuento de Cenicienta, una joyita irrepetible.

4 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho la crítica, has descrito perfectamente el sentimiento que me ha dado siempre al verla, sinceramente la escena del baile final es de lo mejor del cine, es un clásico que todos pudimos ver aunque por desgracia en esa época, el hacer bulling como dices no estaba tan mal visto entre los alumnos, y siempre ha habido alguien que lo ha sufrido, aunque aquí la venganza se sirvió en plato frío, besos cariño

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  2. El bullying te puede llegar a amargar la vida pero bien, sobre todo a esas edades, pero creo que aquí la venganza no fue en plato frío, cari, fue todo muy calentito y muy brutal. Como bien dices, una de las mejores escenas de la historia del cine de terror y del cine en general; ya han pasado 34 años y sigue siendo insuperable.

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  3. El libro me encantó, así que veré si la consigo y te comento. Gracias Ariadna.

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  4. Hola T-800, el libro es muy bueno, yo lo tengo también y lo leí hace muchos años. Me gustó más la peli, lo cual es raro porque los libros suelen ser mejores que las películas, pero es que esta peli, además de adaptar bastante bien el espíritu de la novela, tiene el sello propio del director. A mí me parece un peliculón de 10, la verdad. Saludos y gracias a ti.

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