lunes, 24 de mayo de 2010

Jóvenes ocultos: Jóvenes vampiros ochenteros

Otra de las pelis de la colección de terror de El País, que tanto trabajo me ha costado conseguir, es Jóvenes ocultos (The lost boys), de Joel Schumacher. Hace unas cuantas semanas la volví a ver por tercera o cuarta vez y me ha vuelto a gustar, aunque ya se le van notando los años, pero da igual. Es una película de 1987, que junto con la emblemática y recordada (bueno, al menos por mí) Noche de miedo, de 1985, representó un nuevo tratamiento del género vampírico, esta vez desde el punto de vista de los adolescentes; una temática que ahora está muy de moda, pero que en aquella época era bastante novedosa. Aquí no tenemos el melodrama romántico de la saga de Crepúsculo (que también me encanta), sino una comedia de acción juvenil muy de los 80. La historia comienza cuando los hermanos Michael, de unos 16 años, y Sam, de unos 12, tras el divorcio de sus padres, llegan con su madre a Santa Carla, un pueblo costero de California, donde van a vivir con su abuelo. Es un lugar donde algo oscuro flota en el ambiente, desde el principio se ve que pasan cosas raras, como que desaparece gente sin explicación. Michael empieza a salir con una banda de jóvenes liderada por David, un motero siniestro, su carácter cambia y comienza a sufrir una extraña transformación… Su hermano Sam, junto con los hermanos Frogg, dos chicos de su edad que dicen ser cazavampiros, intentará ayudarle. La película está claramente dirigida a la juventud de aquel tiempo; la estética, las canciones, la convierten en un producto totalmente ochentero. Viéndola ahora parece muy desfasada y hortera, pero hay que ponerse en la época, y en aquella época todo resultaba de lo más cool y moderno. Hay algo de terror, aunque no es que dé mucho miedo, y menos vista hoy en día, y bastantes dosis de acción y comedia. El humor viene de la mano de algunos de sus personajes: los hermanos Frogg, interpretados por Jamison Newlander y el muy carismático Corey Feldman, y también Sam, interpretado por Corey Haim. Los dos Coreys, como se les conocía entonces, fueron estrellas infantiles y juveniles de la época, participando juntos o por separado en producciones exitosas, como Los Goonies, Cuenta conmigo, Lucas, Papá Cadillac... Por cierto, el pobre Corey Haim murió hace poco de sobredosis, parece ser que el peso de la fama pudo con él. Corey Feldman sigue en activo, afortunadamente, y le podemos ver de vez en cuando, aunque sea en subproductos de serie b. Casi todos los actores de Jóvenes ocultos fueron jóvenes promesas que hoy están medio olvidados. La pareja romántica protagonista está interpretada por Jason Patric y Jami Gertz. Jason Patric fue uno de los guapos oficiales de los 80 y 90, pero nunca ha llegado a ser demasiado famoso (su película más relevante yo creo que es la estupenda Sleepers, de 1996). Jami Gertz era otra de las musas del cine teen ochentero, como Molly Ringwald, y como Molly Ringwald, ha quedado un poco relegada a la tv y el dvd. Aquí interpreta a Star (Estrella en el doblaje español), la enamorada de Michael, una chica bohemia que va a todos lados con su hermana pequeña y también esconde algún secretillo… El que sí es conocido es Kiefer Sutherland, hijo del gran Donald Sutherland, un actorazo como su padre, que actualmente triunfa con el thriller televisivo 24, y que está muy bien en su papel del perverso y delirante David, el líder de los moteros. También tenemos a la fantástica Diane Wiest, actriz que toca todos los palos, y que aquí lo borda en el rol de sufrida madre de Sam y Michael. Jóvenes ocultos es una película de culto, lo fue casi desde su estreno, aunque está claro que no es una obra maestra, pero fue original en su época, divertidísima, y con un estilo propio. Adecuada para nostálgicos, como yo, de los 80. Por cierto, se han hecho dos secuelas en dvd, pero prefiero no verlas.

2 comentarios:

  1. En mi caso no la recordaba, aunque había cosas que me sonaba y creo que la había visto, pero bueno, para mi fue una peli más en aquella época, ahora la veo con más cariño por ese toque ochentero que comentas, o quizás sea que ya voy cumpliendo años y que me gusta recordar cosas de joven.

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  2. A toda nuestra generación le pasa lo mismo, no somos muy objetivos porque vemos todas estas pelis con la nostalgia de la época; no somos capaces de decir si son buenas o malas, sólo lo que a nosotros nos inspira, pero eso le ocurre a todos los seres humanos, también a los críticos, que no creo que tengan la verdad absoluta.

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